lunes, agosto 13, 2007

Bueno hace tiempo que no publicaba nada en mi Blog el siguiente documento es tomado de un análisis de una pagina Amiga y refleja muy bien lo que se ha impuesto en este momento en mi país como tema de discusión el cual es el famoso salario digno…

Antes de que comiencen a leer este articulo debo decir que si alguien anoche vio el programa tolerancia cero (CANAL 11) en el cual estaba la señora Senadora Soledad Alvear (demócrata cristiana), es una vergüenza como los panelistas de este programa no son capaces de hacer las preguntas correctas a sus invitados y estos como en el caso de la señora Alvear evade sistemáticamente las preguntas con voladores de luces….

Bueno si realmente quieren saber todo este lío de salario ético y como la iglesia catolica chilena trata de salvar su imagen imponiendo temas acá va un muy interesante articulo el cual adhiero totalmente..




¿Sueldo mínimo o sueldo ético?

¡Sueldo Justo!


La realidad económica chilena es simplemente paradojal.
Nunca antes -en toda su historia-, el país había tenido tanto Capital acumulado como ahora.
Nunca antes el principal producto de la Nación –el Cobre-, había tenido un precio tan alto, aunque hoy sólo represente el 30% de las exportaciones del país.
Nunca antes el Estado, los Privados y los propios Trabajadores habían dispuesto de tantos recursos acumulados como ahora.

Se estima que actualmente existen unos 11 mil millones de dólares en instrumentos de ahorro, y se calcula que -para el año 2010-, esta cifra estará entre 20 y 25 mil millones de dólares.
Hoy, el ingreso per cápita en Chile llega a unos 8.900 dólares, y es el más alto de Centro y Sur América.
El año pasado, el país exportó casi 60 mil millones de dólares -un 40% más que el 2005- y el Producto Interno Bruto nominal (PIB) –el valor total de la producción de bienes y servicios del país- se calculó en más de 145 mil millones de dólares.

Sin embargo, el 80% de la población vive con menos de 250 dólares mensuales, mientras que el 20% restante alcanza unos 850 dólares al mes.

Las cifras se disparan cuando se compara los rangos extremos: hay estudios que señalan que el 10% más rico de la población obtiene el 40% por ciento de los ingresos del país, mientras que el 10% por ciento más pobre recibe un monto que alcanza el 1% por ciento.
Sólo el 8% de los jóvenes más pobres ingresa a la Universidad, mientras el 72% de los de mayores ingresos lo hacen. La brecha se inicia ya en la educación pre escolar, a la que sólo acceden el 44% de los niños de menores ingresos, mientras el 75% de los de mayores ingresos lo hace: tres de cada cuatro.

Por otra parte, El 80% del empleo nacional lo proporcionan las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) -es decir, las empresas que al año venden menos de o entre 2.400 y 100.000 UF, y que contratan hasta 199 trabajadores-, las que sólo generan el a lo sumo el 20% del PIB del país.

De diversos estudios de crecimiento comparativo, de los indicadores de competitividad internacional y de las propuestas sectoriales recientes, se derivan al menos 7 principales debilidades estructurales de Chile:



  • Bajo capital humano: baja calidad de educación pública y salud pública, bajos gastos capacitación, baja calificación laboral, bajo nivel técnico, bajo nivel cultural.
    Elevada pobreza extrema y desigual distribución del ingreso, injusticia, ineficiencia e incertidumbre social.
    Mercados laborales semirrígidos, condiciones laborales de mala calidad, muy baja relación empleo / PET (Población en Edad de Trabajar), baja productividad general de los empleados.
    Bajo desarrollo tecnológico: baja dotación de profesionales en y bajo gasto en Investigación y Desarrollo.
    Infraestructura pública: baja densidad en caminos, ferrocarriles y telefonía fija; calidad mediana de Puertos marítimos; alto costo del acceso a Internet y baja calidad y velocidad del servicio.
    Instituciones públicas de eficiencia muy dispareja: incentivos mal puestos, sobre dotación, inmovilidad funcionaria, contratación no competitiva, falta de calificación de los empleados.
    Regulaciones, trabas al emprendimiento y leyes sectoriales: limitaciones y cortapisas identificadas en la “Agenda Pro Crecimiento” y otras agendas; dificultades estructurales y burocráticas para el emprendimiento y el financiamiento, sobre todo para las PYMES.

Es en este paradojal escenario económico, que se ha instalado una curiosa y aparentemente inédita discusión, sobre el llamado “Ingreso Mínimo” y la propuesta de la Iglesia acerca de un “Ingreso Ético”.


A contar del 1º de Julio, el ingreso mínimo quedó fijado –después de una lata e improductiva discusión parlamentaria por una diferencia de mil pesos-, en $ 144.000… y ¡oh, milagro, aumentará una “luca” más el 1º de Enero de 2008!... si es que el PIB llega a superar el 5,8% este trimestre.
Por su parte, Monseñor Goic propuso un “Sueldo ético” de $ 250.000 mensuales, para aquellas empresas que puedan pagarlos, lo que ha generado la curiosa discusión que comentamos.
Curiosa, porque de pronto todos están de acuerdo –o no- con Monseñor, pese a que las cifras macroeconómicas que hemos mencionado han estado disponibles hace mucho tiempo, y el problema del ingreso y -particularmente- de la distribución del ingreso, ha sido un tema permanente en la agenda pública.
Curiosa, porque si son las Micro y PYMES las que generan el 80% del Empleo, entonces son precisamente estas empresas las que –al cancelar el sueldo mínimo-, dejarían de ser “éticas”.
Veamos qué implica el sueldo mínimo para una Micro Empresa, y que sucedería si –para sumarse al llamado de Monseñor- comenzara a cancelar el “sueldo ético” para sus empleados, siguiendo el argumento de Roberto Olivares en un Foro.
Una Micro Empresa es aquella que factura menos de 90 millones al año, es decir, $ 7.500.000 mensuales. Por supuesto, 90 millones al año es el tope, por lo que la mayoría de estas empresas facturan menos que eso.
Supongamos entonces que la empresa factura unos 50 millones al año, es decir, $ 4.166.666. A eso debemos descontarle el 19% de IVA, por lo que la empresa recibe unos $ 3.500.000 reales al mes.
Digamos que los gastos mensuales sean de $ 500.000 para electricidad, agua, teléfono, combustible, útiles de aseo. Supongamos además, que la empresa tiene 5 empleados contratados por el sueldo mínimo actual de $ 144.000, es decir $ 720.000 al mes en sueldos.
Con eso, quedarían $ 2.280.000 al mes. Pero también hay que invertir en materias primas para producir, así que destinemos a eso el 50% del saldo y quedará una “utilidad” de $ 1.140.000 al mes... sin considerar imprevistos
Manteniendo la inversión y el gasto mensual, pero cancelando el “sueldo ético” que propone Monseñor, es misma empresa tendría una “utilidad” mensual de 610.000.
Digamos que un “empresario” invierte unos 50 millones para iniciar esa Micro Empresa, y que solicitó el crédito a un Banco a 5 años, 60 cuotas, a un 1,4% de interés mensual -16,8% anual-, considerando $ 775.363 de impuestos por “Timbres y Estampillas” (y eso que estamos en un “país digital”), $ 2.000 de gastos notariales y $ 913.536 de seguro de desgravamen… la cuota mensual que debería cancelar es de $ 1.285.936.
Pues bien incluso pagando sólo el sueldo mínimo, ese empresario no puede cancelar la cuota mensual… y si pagara el “sueldo ético”, ¡todos los meses le faltarían $ 675.936 para pagar la cuota del Banco!
Si, por otra parte, el “empresario” dispusiera de esos 50 millones para invertir con dinero propio, y -pagando “sueldos éticos”-, destinara 500 mil pesos mensuales de la utilidad de $ 610.000 para recuperar su inversión, demoraría ¡100 meses en recuperar la inversión! Nada menos que 8,8 años… durante los cuales debería vivir con el saldo de $ 110.000 que le quedaría disponible.


Obviamente, las Micro Empresas, las Pequeñas Empresas y muchas Medianas Empresas, simplemente NO pueden funcionar pagando “sueldos éticos”.
Como dice el autor de este pequeño análisis: “Yo… si tuviera 50 o 90 millones disponibles, salvo que tuviese "pitutos" en el Gobierno, no me haría problemas. Los pondría en un Banco, o -a lo más- compraría dos o tres propiedades para recibir rentas.
¡¡¡Por ningún motivo instalaría una MIPYME, y por supuesto me evitaría el problema "ético" de tener trabajadores con el sueldo mínimo"!!!”
Pero también es absolutamente cierto que una familia promedio chilena, no puede vivir con un sueldo mensual de $ 144.000.


La pregunta obvia entonces es ¿y cómo lo hacen?
¿Cómo lo hacen las Micro y PYMES? ¿Cómo lo hacen las familias que viven de un sueldo mínimo? ¿Cómo lo hace el País?


La respuesta es que lo hacemos incluso peor que China.


En China un obrero de la construcción gana $ 65.000 al mes. ¡Pero el ingreso per cápita de los chinos es sólo de 1.000 dólares y ellos son 1.300 millones de habitantes!
Es decir, el “sueldo mínimo” de un obrero chino es aproximadamente el 12,5% del ingreso per cápita ¡pese a que por cada chileno hay más de 80 chinos!


Si en Chile pagáramos ese porcentaje ¡el sueldo mínimo debería ser de $ 342.005 al mes!
¡No los $ 144.000 que hoy pagamos –sólo el 4,7% del ingreso per cápita-, y mucho más de los $ 250.000 que “éticamente” propone Monseñor!
Pero claro –como vimos antes-, si hacemos eso, simplemente condenamos a la extinción por lo menos a dos tercios de las Empresas que brindan el 80% de los Empleos del país: ¡la economía se va a la cresta!, disculpen la expresión.


¿Qué hacemos?


Para nosotros, siete posibles medidas son:
· Primero: Aranceles de sueldo diferenciados para las Micro y PYMES en relación a la Gran Empresa, hasta llegar a pagar al menos a un 12% del ingreso per cápita en estas últimas como sueldo base, es decir, unos $ 350.000 mensuales. Este es –en efecto-, el sueldo que hoy reciben al inicio de su vida laboral, la mayoría de los trabajadores calificados en el país, por lo cual un arancel de este tipo para la Gran Empresa no representa una debacle.
· Segundo: Mayor productividad, mayor eficiencia, mayor capacitación, mayor flexibilidad y mejores condiciones generales de empleo. Es decir, mejor educación, mejor salud, más cultura y más esfuerzo.
· Tercero: Rebaja del 1% del IVA anual, hasta llegar a un 7% en los próximos 12 años ¡de qué sirve un Estado rico en un país pobre! Por cada punto de rebaja en el IVA, los chilenos disponemos 500 millones de dólares que hoy se lleva el Estado y que no nos entrega en servicios.
· Cuarto: Eliminar el Impuesto específico a los Combustibles: son 2.500 millones de dólares que –literalmente- le regalamos al Estado. Este impuesto es un freno permanente al enriquecimiento de la población, no sólo de los automovilistas, ya que todos pagamos de una forma u otra el alto precio de los combustibles, que representa el 7,7% de los ingresos del Fisco, y que no se invierte en “obras viales y descontaminación”, que fue para lo que originalmente se creó este tributo. De pasada, eliminar el impuesto de “Timbres y Estampillas”.
· Quinto: Eliminar el Impuesto a la Renta. ¿Por qué un trabajador que dedicó su vida a adquirir –por ejemplo-, su casa, debe seguir pagándole al fisco indefinidamente por ese bien que ya ha sobre pagado muchas veces? El impuesto a la Renta es un obstáculo para el enriquecimiento de la población, e implica que nunca un chileno es realmente propietario de aquello que se esforzó por obtener durante toda su vida.
· Sexto: Aumentar la inversión en Investigación y Desarrollo; rebajar los tributos a la Inversión en Tecnología; validar las Patentes chilenas a nivel internacional; incentivar las carreras científicas y tecnológicas; subsidiar el acceso a Internet domiciliario para la población de menos ingresos, y regular los precios y calidad del ancho de banda nacional.
· Séptimo: Finalmente, se debe dejar de privilegiar el Capital por sobre el Trabajo.


Un país sólo se vuelve próspero cuando todos los productores de la nación pueden acumular capital y tener propiedad, y no cuando unos pocos capitalistas se apropian y enriquecen con el trabajo de todos los productores.
En definitiva, no se trata de pagar un sueldo “mínimo” o un sueldo “ético”, se trata de pagar un sueldo JUSTO, en relación a las verdaderas utilidades y capacidades de la Empresa, a la capacidad, conocimientos, productividad y eficiencia del Trabajador, y que –fundamentalmente-, permita vivir de forma digna a quienes ganan menos.
Nosotros queremos para Chile una Economía de Trabajo y Propiedad: una economía que fomente el emprendimiento, que quite las trabas para generar riqueza, y que permita a cada chileno ser propietario de su vida económica, y no un esclavo del mercado, endeudado con los créditos, subyugado por un salario que apenas le permite sobrevivir, y a merced de cualquiera que desee explotarlo.


Por Alexis López Tapia


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Отличная статья! большое спасибо автору за интересный материал. Удачи в развитии!!! :)
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Anónimo dijo...

Pensé que iba a comentar y decir que el tema limpio, ¿lo hacen por ti mismo? Es realmente impresionante!

Anónimo dijo...

Muchas gracias por escribir esto, se unbelieveably informativo y me dijo que una tonelada